SEQUEDAD VAGINAL
Los signos iniciales suelen aparecer durante las relaciones sexuales, manifestándose como una reducción en la lubricación y malestar en la entrada vaginal. Con el tiempo, si no se toman medidas preventivas, este malestar puede intensificarse hasta generar un dolor severo que imposibilita las relaciones con penetración. Además, a largo plazo, la falta de tratamiento puede provocar diversos síntomas como infecciones urinarias recurrentes, infecciones vaginales, y molestias tanto vaginales como vulvares.
Existen varios tratamientos disponibles para la sequedad vaginal, que dependen de la causa y la gravedad de los síntomas. Entre las opciones más comunes se encuentran los lubricantes y humectantes vaginales. Los lubricantes, a base de agua o silicona, son útiles durante las relaciones sexuales para reducir la fricción y aumentar el confort, mientras que los humectantes vaginales se aplican regularmente para mantener la hidratación y proporcionar alivio a largo plazo.
La terapia hormonal también es una opción importante, especialmente para mujeres en la menopausia. Los estrógenos vaginales, administrados en forma de cremas, anillos o tabletas, ayudan a restaurar los niveles de estrógeno en los tejidos vaginales. También existe la terapia hormonal sistémica, que se toma en forma de pastillas o parches y no solo alivia la sequedad vaginal, sino también otros síntomas menopáusicos como los sofocos.
Para quienes prefieren evitar las hormonas, existen opciones no hormonales, un medicamento que mejora la sequedad vaginal y el dolor durante las relaciones sexuales.
Las Infiltraciones de factores de crecimiento como tratamiento regenerativo, se suelen realizar entre 1 a 3 sesiones espaciadas por un mes, desde la primera sesión ya se puede sentir un aumento de la lubricación.