CIRUGÍA DE PÁRPADOS (BLEFAROPLASTIA)

La blefaroplastia es una técnica quirúrgica que busca la mejoría cosmética de los párpados, permite eliminar el exceso de piel y de grasa que se forma en el párpado superior e inferior, permite corregir las bolsas de los ojos, las ojeras y los párpados caídos que dan al rostro un aspecto cansado.

La blefaroplastia puede realizarse con anestesia local y en algunos casos con sedación dependiendo de los problemas del párpado a tratar y de forma ambulatoria, sin ingreso.
Se realizan las incisiones a lo largo de la línea de pliegues del párpado superior, es decir en el pliegue natural del párpado y por ello quedan ocultas.

La blefaroplastia superior suele durar una hora o un poco más si se combina con otros procedimientos.

Es necesario diagnosticar en algunos casos la hipertrofia del músculo orbicular que produce un párpado superior muy grueso, un descenso de la ceja que a su vez incrementa la caída del párpado y cualquier otra alteración que pueda ser corregida en la misma intervención y que permita lograr el resultado ideal: unos párpados bonitos, sin flacidez y sin exceso de piel.

El postoperatorio después de una blefaroplastia superior suele tener mínimas molestias, las cicatrices suelen hacerse imperceptibles a las dos semanas después de la operación y el paciente podrá hacer vida normal al cabo de unos tres días.

Durante los primeros días recomendamos no realizar esfuerzos físicos intensos y aplicar frío local con mucha frecuencia para reducir la inflamación.

Los puntos de sutura se retiran entre el quinto y séptimo día.

Es la cirugía que permite corregir las bolsas de los ojos, el exceso de piel del párpado inferior, las ojeras y los surcos presentes en esta zona.
La blefaroplastia inferior debe ser muy personalizada ya que existen diferentes técnicas y hemos de seleccionar la más adecuada en función de cada persona.

Algunos problemas a tratar durante una blefaroplastia inferior son:

– Bolsas en los ojos: Pueden ser hereditarias o aparecer con el envejecimiento, en cualquiera de los casos la corrección de las bolsas es un procedimiento en el que se realiza una incisión por dentro del párpado (transconjuntival) y se extrae la grasa sobrante o también puede recolocarse en una posición favorable dependiendo de su tamaño y del párpado de cada paciente. Es importante saber que la experiencia del cirujano es un factor clave en este punto ya que la resección inadecuada de las bolsas puede ocasionar que en lugar de verse el ojo con plenitud se vea más bien vacío o hundido y el resultado en ese caso no será satisfactorio. El tratamiento de las bolsas palpebrales ha de ser muy preciso.

– Flacidez de la piel: En caso de que la piel del párpado se encuentre flácida es posible que el tratamiento por vía transconjuntival, es decir por la cara interna del párpado, sea insuficiente y es necesario recurrir a un tensado quirúrgico de la piel, para ello se realiza una incisión justo debajo de las pestañas. También es posible recurrir a tratamientos no quirúrgicos para lograr el tratamiento de las arrugas finas de la piel que se presenta en otros casos.

– Ojeras hundidas: En algunos casos es posible que en lugar de tener bolsas en los ojos ocurre exactamente lo contrario y tener una ojera hundida o surco en el párpado inferior y para ello la mejor opción en estos es que durante el procedimiento de blefaroplastia inferior se realice un pequeño lipofilling o injerto de grasa con resultados realmente muy satisfactorios.

– Ojera oscura: En caso de que el párpado inferior se encuentre también pigmentado el tratamiento ideal es combinar la blefaroplastia con Nanofat, o tratamiento regenerativo con células madres extraídas de la grasa, para ello contamos con los equipos necesarios y la experiencia en el manejo de la grasa.

El postoperatorio después de una blefaroplastia superior suele tener mínimas molestias, las cicatrices suelen hacerse imperceptibles a las dos semanas después de la operación y el paciente podrá hacer vida normal al cabo de unos tres días.

Como la piel del párpado inferior es muy fina es posible la aparición de hematomas en la zona de los pómulos que cede con los días.

Durante los primeros días recomendamos no realizar esfuerzos físicos intensos y aplicar frío local con mucha frecuencia para reducir la inflamación.

Los puntos de sutura se retiran entre el quinto y séptimo día.